MONOGRAFIA DE "EL ROSAL - CAUCA"

09.04.2011 12:35

 

 

PRIMERA PARTE:

El pueblo del rosal, corregimiento del municipio de San Sebastián, departamento del Cauca, en la república de Colombia, desde el 4 del mes de abril de 1911, dejo de ser cabecera municipal, a pesar de que ya en 1848, según la historia , aparece primero, figurado como Distrito parroquial, y luego en 1898, repitió su categoría como cabecera municipal, de acuerdo con la ordenanza No. 31 de 6 de julio de dicho año, la cual fue sancionada por el gobernador del departamento Señor. Dr. Manuel María Sanclemente (encargado)

 

LIMITES DEL CORREGIMINETO.

Los limites de el corregimiento del rosal, son: por el costado oriental, por el rio ramos desde su nacimiento, aguas abajo, hasta su desembocadura en el rio san Jorge, por el costado occidental por el rio hato frio desde su nacimiento, en la cordillera, aguas abajo hasta rendir su tributo al rio san Jorge, por el sur: (parte alta), con la cordillera oriental y por la parte norte (parte baja), con el rio san Jorge, dese la desembocadura del rio ramos, hasta la confluencia con el rio hato frio, o rio negro. Pero en lo eclesiástico, el corregimiento o parroquia extiende su jurisdicción a los corregimientos de Santiago, paramillos y cimarronas (nueva granada en ese entonces), El corregimiento de El Rosal disfruta de todos los climas, desde el más cálido en las orillas del rio san Jorge, hasta el más helado en el lomo de la cordillera. En la parte urbana, el clima es muy agradable y muy sano varía entre los 14 y 17 grados, es un pueblo que se destaca entre los demás de la cordillera, por su avance en los campos de la civilización y el progreso. Con amplios horizontes envidiables, luce ubicado en uno de los contrafuertes de la cordillera ya mencionada, al sur-occidente del valle de las papas, extremo sur del departamento.

 

DATOS DE ORIGEN.

El origen histórico de el pueblo de el rosal, comienza a vislumbrarse, en los albores del siglo XVI, cuando por tradición sabemos que existió remotamente un caserío de paredes de bahareques y techos pajizos, habitados por indígenas naturales y tal vez, también emigrados del Perú (tribus anaconas o yanaconas), emigrados con las huestes de Belalcazar. El caserío estaba cerca del rio ramos, sobre un pequeño valle de Iscansé. Su patrono fue san Juan bautista. Por eso se le conoció con el nombre de San Juan de Iscansé. Y estas gentes, como todos los indígenas de la cordillera, pertenecían a la religión católica, apostólica romana. En tales condiciones, pues los naturales habían construido, un templo también de bahareque y techumbre pajiza; por lo cual, ya podían venir sacerdotes del cantón de Almaguer, o de la provincia del Trapiche, mas tarde Bolívar (provincia de caldas), a celebrar la santa misa, administrar los sacerdotes y a predicar la palabra del evangelio, a los que los indios llamaban “derramar el pasto espiritual a los fieles”. Nuestros antepasados la crónica curiosa de que, el MOHAN (hombre convertido en tigre), acabo con los habitantes de Descansé (Bota Caucana) y que posteriormente solía aparecer por las maniguas de Loma Oscura y Saladillo, asechando los ganados de los indios de Iscansé, tras larga existencias de San Juan en el hermoso paraje, que hoy algunos de los moradores hostiles al oso negro, al jaguar y a otros habitantes de la selva, pensaron en salirse a otra parte. Llego el día en que se dividieron los caciques dirigentes. Por un lado los indios Ilarion y Lorenzo Girón (hermanos), Santiago Quisoboni y Miguel Chito, apoyados por el cura doctrinero de Almaguer, Vicario Manuel Cleves y el gobernador del cabildo, señor Julián Imbachi, consiguieron permiso del gobernador de Popayán Dr. Diego Bolaños, para trasladar el pueblo a otra parte, ósea al lugar donde existe hoy, los interesados del traslado argumentaron de la siguiente manera “…las incomodidades que padecemos en dicho pueblo de San Juan así como su mal temperamento, como por falta de materiales necesarios para edificar nuestras casas y principalmente por falta de pasto espiritual, mas pronto a la administración de los sacramentos, hemos solicitado se traslade (el pueblo), al puesto nombrado el rosal, por ser mejor, el temple más cómodo para conservar la salud de sus habitadores y los materiales para hacer la iglesia”. A su vez el otro grupo opositor al traslado, encabezado por el cacique principal de la parcialidad, Sr. Salvador Samboni, contradijo el traslado por conducto del Protector de Naturales, cacique indio Ilarion Girón y consortes, Diciendo: “…………………………” No se traslade dicho pueblo de San Juan, ni se altere sin embargo que otra persona lo mande, y aunque los interesados lo pidan ofrezcan información de utilidad, pues como dice la ley, semejantes pedimentos suelen ser mas de las veces, procurados por intereses particulares y no de los indios. Además, si es como informa este cacique que la rotación de dicho pueblo a contentaciòn de un Gregorio Añasco, indio tributario como consta de la visita, es cosa lastimosa, querer que se demuela la antigua población e iglesia, donde se han criado estos indios y sus antepasados”…etc.”…..” Y por no haberlo ordenado los visitadores, se reconoce que está bien situado por el temple y conveniencia, y no se debe permitir como se intenta que se saquen de la iglesia, las imágenes y campanas con todo lo demás perteneciente al culto divino”. Además de este respetable razonamiento, el vocero Salvador Samboni demando nulidad de la resolución de traslado, por no estar autorizada por el Rey o por algún subalterno de su Majestad. Ante las circunstancias de que la nueva fundación ya se había verificado, resultaron dos pueblos paralelos; el de San Juan de Iscansé en el hermoso paraje con más amplia y pareja topografía, en mi concepto con mejores posibilidades de desarrollo, y el de El Rosal, a donde ya habían sido llevados, imágenes, campanas, ornamentos y demás enseres indispensables para el servicio del culto. Nada quedaba por hacer; los fundadores de El Rosal avanzaron con tenaz empeño, construyendo y mejorando su nueva fundación, mientras que los de San Juan de Iscansé desconcertados, faltos de visión, de iniciativa y de constancia, descuidaron, o más bien abandonaron el caserío, el cual en poco tiempo se perdió entre malezas y rastrojos. 

    EL CIVISMO DE LAZARO.

Para zanjar con ventaja el largo y engorroso litigio entre indígenas sobre el traslado y no traslado del pueblo a un nuevo sitio, el cacique de nombre Lázaro Imbachí ò Chimbabè, en arranque de patriotismo ejemplar, resolvió donar por escritura pública la herencia que de su padre salvador Imbachí ó Chimbabè le vino, consistente en aproximadamente tres kilómetros cuadrados de terreno, para que sus congéneres cogieran una sola vez y edificaran sus viviendas; esta extensión de terreno, es pues el área de población de el pueblo de El Rosal.

Esta donación, según el historiador don Juan Friede se verifico en el año de 1.907. Hermosos gesto de desprendimiento y patriotismo de este indígena, que contrasta con la actuación posterior de quienes se han apoderado ilegalmente de toda la zona y que creyéndose dueños, ni hacen, ni dejan hacer algo en beneficio de la comunidad. Dos argumentos poderosos indudablemente, decidieron el triunfo de la nueva fundación, persistencia de la imagen de la milagrosa de volverse a su sitio y la donación del cacique lázaro para que construyeran sus conciudadanos. El decir de algunos de nuestros antepasados era que El Rosal, había sido constituido municipio y parroquia a la vez. Que los fundadores respaldados por sus gentes, no tuvieron inconveniente en viajar hasta la ciudad de Quito (Ecuador), a comprar los implementos necesarios para la buena marcha de las entidades: dicho elementos los transportaron, algunos en caballos, otros en bueyes y los más pobres, cargando a la espalda. Es de anotar que el valor, la entereza, la constancia y el espíritu de sacrificio de nuestros antepasados, no son comparables, con la blandenguería de las actuales generaciones, que se declaran derrotadas antes de empezar la batalla, y el libertador decía con sobrada razón “quien no espera vencer, ya está vencido”.

ENFRENTAMIENTO ENTRE INDIOS Y BLANCOS.

El hecho de haber sido El Rosal erigido cabecera de Municipio, dio origen a un problema que podría llamarse racial-regional. El distrito Parroquia estaba asentado en un lugar atractivo, con clima delicioso y saludable, y horizontes de ensoñación. Los hombres blancos trataban de residenciarse con sus familias, para ejercer la burocracia. Pero ello no era cosa fácil, pues los indígenas no podían aceptar, ni les convenía la intromisión del hombre blanco. Afianzándose en las leyes de la época, lograron derrotar en dos ocasiones, las pretensiones de los blancos. Pero en la tercera acometida, los indios fueron vencidos injustamente y contra toda ley, debido a un pacto desleal entre blancos y autoridades del municipio. Esto ocurrió en el año de 1.848; del texto de historia de don Juan Friede “EL INDIO EN DEFENSA DE LA TIERRA”, extractamos lo siguiente: … “Debido a una petición firmada por el cura párroco, el alcalde, el juez II municipal y catorce blancos enviada al gobernador de Popayán don Pedro de Bolaños, etc.…”, “… en acto sorpresivo el blanco Ángel Gómez, se apodero de un lote en el área de población, parte urbana y comenzó a construir su vivienda, ejemplo que fue seguido de otros tres”. Obviamente los indígenas sacudieron al señor alcalde, pidiendo el STATU-QUO, pero este, que ya se había comprometido y estaba de acuerdo con los blancos, no dio la deseada protección a los peticionarios y dejo que se sucediera los acontecimientos. Después de una larga e infructuosa espera de los indios acudieron a la gobernación del Cauca; el Ejecutivo envió el expediente al jefe municipal de la provincia de Caldas, declarándose incompetente para actuar, y abrió las puertas a los interesados para que defendieran sus derechos ante el poder judicial. Pero en tantas idas y venidas, vueltas y revueltas del expediente de oficina, el trámite se fue retardando paulatinamente, así el tiempo había corrido demasiado, con los consiguientes perjuicios para los mal trechos indígenas; por tanto ni ante el poder judicial pudieron ser amparados; perdieron el litigio inclusive fueron condenados a pagar las costas y gastos del juicio. Como último recurso, todavía apelaron ante el tribunal superior de Popayán: pero este confirmo sentencia exonerando si a los indígenas, por deferencia o compasión de pagar los gastos y las costas a los valientes defensores, aplastados ahora por la manguala inconstitucional e injusta de los blancos, en publico contubernio con las autoridades.

Así fue como se apoderaron no solo de los terrenos de la parte urbana, sino de todos los terrenos donados por el líder Chimbabè o Imbachí. Debido a la distancia, a la adversidad de las circunstancias y a lo negativos de mis posibilidades de rastreo, se interrumpe la narración histórica de cómo, porque y en qué condiciones El Rosal perdió su categoría de cabecera Municipal. Quizá más adelante logremos despejar este lapso de 5º años de silencio y sombra, para completar con cariñoso afán nuestra leyenda.

Sin embrago, escudriñando los archivos del Departamento, tropecé con uno de los documentos importantes para El Rosal y que dice así: “ordenanza N0 31 julio 6 de 1898 por la cual la asamblea ordena: Art. 1º desde el 1º de enero próximo, la cabecera del Distrito de San Sebastián será El Rosal”.

“Art. 2º. Los del expresado corregimiento quedan obligados a construir los locales apropiados para oficinas públicas, dada en Popayán a 4 de julio de 1898”. Esta ordenanza fue sancionada por el Gobernador del Departamento, el 6 de julio del mismo año. Convencidos estamos que los Rosaleños se durmieron sobre los laureles; no construyeron ningún edificio para las oficinas públicas; y el resultado no podía ser más desastroso. Apenas habían transcurrido escasos 13 años cuando otra asamblea aprobó la ordenanza Nº 24 de 4 de abril de 1.911, la cual reza “Art. 1º trasladase la capital del distrito de El Rosal, en la provincia de Caldas, a la población de San Sebastián”. Dicha ordenanza fue sancionada por el Gobernador del Departamento, el 6 de abril de 1.911.

Reconozcamos con dolor en el alma que la pereza, la ignorancia, el descuido y por ende la falta de requisitos de los pobladores de aquel entonces, concedieron vergonzosamente todas las ventajas a San Sebastián; por eso y nada más que por eso se constituyo de nuevo en cabecera del municipio, hasta nuestros días. En veces se oyen comentarios de que no faltaron los judas que colaboraron con san Sebastián en el traslado, lo cual no sería extraño, pues de traiciones se viste la humanidad, esta tambaleante humanidad.

El Rosal, hoy se halla en otras condiciones; ha superado todos los obstáculos; tiene personal titulado y competente diseminado por todos los rincones de la patria, algunos en el exterior; está bien en servicio públicos, en educación, en vías de comunicación y transporte y su desarrollo tanto urbano como rural, avanza día tras día; y por estar convencidos de que El Rosal actualmente es mucho más que San Sebastián en todo sentido, es por lo que aspira nuevamente a reconquistar por tercera vez su Cabecera.

 

NOMBRE DEL ROSAL.

 

 

Habiendo cambiado de sitio la vieja población indígena, no pudo por fuerza de las circunstancias, conservar el nombre del precursor de Cristo, San Juan Bautista. Es lo que lógicamente debe causar el mayor dolor, a más honda tristeza, el tremendo desconcierto a los fieles devotos del santo y leales a su antigua fundación. Los alegres pobladores de El Rosal, al descuajar la selva milenaria se encontraron en un pequeño lago de cristalinas aguas, bordeado de inmensos rosales florecidos que perfumaban profundamente el ambiente salvaje de la selva. Motivo legal, elegante, oportuno y poético, fue este para que los moradores pusieran al pueblo por nombre, “El Rosal”.

LA PATRONA DE EL ROSAL.


 

Como se antes, al cambiar de sitio la población, consecuencialmente cambio de nombre y por parecidos argumentos, también cambio el patrono. El tan venerado por los indígenas, San Juan Bautista, al e sustituido, perdió su parroquia, sus ganados, sus campanas y hasta sus ahorros que seguramente pasaron a la caja de la nueva patrona La Santísima Virgen.

En una entrevista concedida por la indígena casi centenaria Rosenda Guamanga, a quien visite en su residencia campesina el 7 de enero de 1980, me refirió que cuando niña, conoció a una señora amiga también de más de ochenta años, quien le dijo haber conocido a otra mujer de más de noventa años de nombre Rosalía, la cual encontró la imagen de la Virgen de El Rosario de la siguiente manera; Rosalía tenía su vivienda en la parte baja de la vereda de El Rodeo. Además de tener sus ocupaciones hogareñas era feliz cuidando y criando ovejas, que pastaban durante el día en el otrero, pero que encerraba todas las noches en el corral, para defenderlas de los animales carniceros que abundaban en la zona selvática de los alrededores. De un momento a otro el rebaño contra todo lo acostumbrado, le dio por buscar salida del predio y ascender, ascender internándose en el espeso bosque a más de un kilometro y eligió un determinado punto como sesteadero, para dormir o rumiar el pienso. Desde entonces la viejecita Rosalía apoyada en su bordón tenía que transitar la estrecha y ruda senda hasta encontrar en ingrato rebaño y llevarlo al hospedaje nocturno. Cansada de tantas idas y venidas y extrañada de encontrarlas en un mismo sitio durmiendo ó rumiando al pie de un arrayan milenario, de pronto como si alguien le inspirar su pesada mente, resolvió estrujar con el bordón, la espesa hojarasca que tapizaba el suelo; y, Oh alegría..!, dicha infinita..! ¡Suerte inesperada ni soñada!. Ahí erecta, de pies; estaba la preciosa imagencita de la Virgen de El Rosario. Copiosas lagrima de agradecimiento rodaron por las decrepitas mejillas de la anciana, que cubría de besos y estrechaba fuertemente la imagen sobre su corazón. Mientras atanto las ovejas mensajeras, corrieron a saltos, bajaron la loma y se refugiaron en el aprisco, de la misma manera como uno vuelve a la casa después de una misión cumplida. Es de suponer que con el tiempo, la imagen milagrosa, fue llevada a la iglesia de San Juan de Iscansé. Aquí nos ocurre otra cosa de honda reflexión: según nuestros antepasados…” la virgencita no se ensaño en San Juan de Iscansé; con frecuencia se desaparecía del templo; los indígenas alarmados salían a buscarla, y con seguridad la encontraban en el mismo sitio donde fue descubierta junto al arrayan frondoso, cerca al lago de los rosales silvestres, ante este extraño comportamiento de Nuestra Señora, no quedo otro recurso a los devotos indígenas que construir el templo en El Rosal frente al lago, destruyendo el gigantesco arrayan de nuestra historia y al pie del cerro de Belén. Dicho templo fue destruido por un deslizamiento del cerro en el primer cuarto de este siglo. Pero para esa época, ya los Rosaleños estaban terminando el segundo, el cual existe hasta hoy. De este modo la santísima Virgen de Rosario, quedo constituida definitivamente como Patrona de la Parroquia de El Rosal.

 

   EL REVERENDO MARCO AURELIOBOLAÑOS, QUIEN ADMINISTRO LA           PARROQUIA EN DOS OPORTUNIDADES, TUVO PARTE ACTIVA EN LA CARRETERA BOLIVAR – EL ROSAL – SANTA ROSA.

  

EL CIVISMO DE LAZARO.

Para zanjar con ventaja el largo y engorroso litigio entre indígenas sobre el traslado y no traslado del pueblo a un nuevo sitio, el cacique de nombre Lázaro Imbachí ò Chimbabè, en arranque de patriotismo ejemplar, resolvió donar por escritura pública la herencia que de su padre salvador Imbachí ó Chimbabè le vino, consistente en aproximadamente tres kilómetros cuadrados de terreno, para que sus congéneres cogieran una sola vez y edificaran sus viviendas; esta extensión de terreno, es pues el área de población de el pueblo de El Rosal.

Esta donación, según el historiador don Juan Friede se verifico en el año de 1.907. Hermosos gesto de desprendimiento y patriotismo de este indígena, que contrasta con la actuación posterior de quienes se han apoderado ilegalmente de toda la zona y que creyéndose dueños, ni hacen, ni dejan hacer algo en beneficio de la comunidad. Dos argumentos poderosos indudablemente, decidieron el triunfo de la nueva fundación, persistencia de la imagen de la milagrosa de volverse a su sitio y la donación del cacique lázaro para que construyeran sus conciudadanos. El decir de algunos de nuestros antepasados era que El Rosal, había sido constituido municipio y parroquia a la vez. Que los fundadores respaldados por sus gentes, no tuvieron inconveniente en viajar hasta la ciudad de Quito (Ecuador), a comprar los implementos necesarios para la buena marcha de las entidades: dicho elementos los transportaron, algunos en caballos, otros en bueyes y los más pobres, cargando a la espalda. Es de anotar que el valor, la entereza, la constancia y el espíritu de sacrificio de nuestros antepasados, no son comparables, con la blandenguería de las actuales generaciones, que se declaran derrotadas antes de empezar la batalla, y el libertador decía con sobrada razón “quien no espera vencer, ya está vencido”.

ENFRENTAMIENTO ENTRE INDIOS Y BLANCOS.

El hecho de haber sido El Rosal erigido cabecera de Municipio, dio origen a un problema que podría llamarse racial-regional. El distrito Parroquia estaba asentado en un lugar atractivo, con clima delicioso y saludable, y horizontes de ensoñación. Los hombres blancos trataban de residenciarse con sus familias, para ejercer la burocracia. Pero ello no era cosa fácil, pues los indígenas no podían aceptar, ni les convenía la intromisión del hombre blanco. Afianzándose en las leyes de la época, lograron derrotar en dos ocasiones, las pretensiones de los blancos. Pero en la tercera acometida, los indios fueron vencidos injustamente y contra toda ley, debido a un pacto desleal entre blancos y autoridades del municipio. Esto ocurrió en el año de 1.848; del texto de historia de don Juan Friede “EL INDIO EN DEFENSA DE LA TIERRA”, extractamos lo siguiente: … “Debido a una petición firmada por el cura párroco, el alcalde, el juez II municipal y catorce blancos enviada al gobernador de Popayán don Pedro de Bolaños, etc.…”, “… en acto sorpresivo el blanco Ángel Gómez, se apodero de un lote en el área de población, parte urbana y comenzó a construir su vivienda, ejemplo que fue seguido de otros tres”. Obviamente los indígenas sacudieron al señor alcalde, pidiendo el STATU-QUO, pero este, que ya se había comprometido y estaba de acuerdo con los blancos, no dio la deseada protección a los peticionarios y dejo que se sucediera los acontecimientos. Después de una larga e infructuosa espera de los indios acudieron a la gobernación del Cauca; el Ejecutivo envió el expediente al jefe municipal de la provincia de Caldas, declarándose incompetente para actuar, y abrió las puertas a los interesados para que defendieran sus derechos ante el poder judicial. Pero en tantas idas y venidas, vueltas y revueltas del expediente de oficina, el trámite se fue retardando paulatinamente, así el tiempo había corrido demasiado, con los consiguientes perjuicios para los mal trechos indígenas; por tanto ni ante el poder judicial pudieron ser amparados; perdieron el litigio inclusive fueron condenados a pagar las costas y gastos del juicio. Como último recurso, todavía apelaron ante el tribunal superior de Popayán: pero este confirmo sentencia exonerando si a los indígenas, por deferencia o compasión de pagar los gastos y las costas a los valientes defensores, aplastados ahora por la manguala inconstitucional e injusta de los blancos, en publico contubernio con las autoridades.

Así fue como se apoderaron no solo de los terrenos de la parte urbana, sino de todos los terrenos donados por el líder Chimbabè o Imbachí. Debido a la distancia, a la adversidad de las circunstancias y a lo negativos de mis posibilidades de rastreo, se interrumpe la narración histórica de cómo, porque y en qué condiciones El Rosal perdió su categoría de cabecera Municipal. Quizá más adelante logremos despejar este lapso de 5º años de silencio y sombra, para completar con cariñoso afán nuestra leyenda.

Sin embrago, escudriñando los archivos del Departamento, tropecé con uno de los documentos importantes para El Rosal y que dice así: “ordenanza N0 31 julio 6 de 1898 por la cual la asamblea ordena: Art. 1º desde el 1º de enero próximo, la cabecera del Distrito de San Sebastián será El Rosal”.

“Art. 2º. Los del expresado corregimiento quedan obligados a construir los locales apropiados para oficinas públicas, dada en Popayán a 4 de julio de 1898”. Esta ordenanza fue sancionada por el Gobernador del Departamento, el 6 de julio del mismo año. Convencidos estamos que los Rosaleños se durmieron sobre los laureles; no construyeron ningún edificio para las oficinas públicas; y el resultado no podía ser más desastroso. Apenas habían transcurrido escasos 13 años cuando otra asamblea aprobó la ordenanza Nº 24 de 4 de abril de 1.911, la cual reza “Art. 1º trasladase la capital del distrito de El Rosal, en la provincia de Caldas, a la población de San Sebastián”. Dicha ordenanza fue sancionada por el Gobernador del Departamento, el 6 de abril de 1.911.

Reconozcamos con dolor en el alma que la pereza, la ignorancia, el descuido y por ende la falta de requisitos de los pobladores de aquel entonces, concedieron vergonzosamente todas las ventajas a San Sebastián; por eso y nada más que por eso se constituyo de nuevo en cabecera del municipio, hasta nuestros días. En veces se oyen comentarios de que no faltaron los judas que colaboraron con san Sebastián en el traslado, lo cual no sería extraño, pues de traiciones se viste la humanidad, esta tambaleante humanidad.

El Rosal, hoy se halla en otras condiciones; ha superado todos los obstáculos; tiene personal titulado y competente diseminado por todos los rincones de la patria, algunos en el exterior; está bien en servicio públicos, en educación, en vías de comunicación y transporte y su desarrollo tanto urbano como rural, avanza día tras día; y por estar convencidos de que El Rosal actualmente es mucho más que San Sebastián en todo sentido, es por lo que aspira nuevamente a reconquistar por tercera vez su Cabecera.

 

 SEGUNDA PARTE.

La segunda parte de esta BREVE MONOGRAFIA, comprende desde los tiernos años de mi niñez. O sea que, como despertando de un sueño comienzo a observar datos y hechos al parecer dignos de recoger y escribir como sencillo homenaje a la patria chica que me vio nacer.

Por las calendas del año 1.922, cuando yo contaba no mas unos 6 años de edad, recuerdo que un corregidor de nombre Buenaventura Pérez, se propuso construir a base de convites ó mingas, una casa con destino a oficinas públicas, la cual ha prestado servicios para corregidura, inspolijudicial, telecom, escuela y hasta para el colegio, cuando este todavía no tenia planta propia, ahora está desocupada y se encuentra en buenas condiciones para casa municipal.

 

LA BANDA DE MUSICOS DE NUESTRA SEÑORA.

Otro hecho histórico para el historial de los Rosaleños, es que en 1.912 fue posible la fundación de una banda de músicos gracias al impulso entusiasta y progresista del párroco de aquel entonces presbítero David Durán de origen palmirano. El instrumental, de segunda si, fue donado por la gobernación del cauca. Los aprendices fundadores, solo estuvieron seis meses, recibiendo instrucciones del maestro también palmirano señor Juan Naponucano Salazar. Al terminarse el contrato con el señor Salazar, el incipiente gremio quedo bajo la dirección del mas peladito del grupo, el joven Rubén cabezas, quien a la postre y bien pronto salto de simple músico mayor, a director – compositor. El maestro cabezas, el personaje más interesant6e de cuantos ha dado El Rosal, nació el 23 de Octubre de 1.889y murió en el mismo lugar el 3 de Enero de 1.973, dejando un repertorio selecto e inédito, para banda de músicos, para orquesta, para coros (zarzuelas y villancicos), y misas con acompañamiento, lo cual en su apogeo juvenil constituyo la edad de oro en el arte musical de los Rosaleños. Pero el merito de la banda Nuestra Señora del Rosario, es que desde su fundación, no se ha extinguido ni siquiera transitoriamente, a pesar de que ya murieron el maestro y todos sus integrantes fundadores, y pesar de que nunca en más de 75 años ha devengado sueldo, auxilio ni subvención, y la otra virtud es que sin tener maestro, ni músico mayor, ni entrenamiento, los actuales integrantes dispersos, cuando se trata de una tocata, aparecen como por encanto, se reúnen y ejecutan su repertorio. Esa audacia y ese civismo no se conocen en ninguna otra parte.

    PARTE DEL REPERTORIO MUSICAL DEL LIDER Y AFORTUNADO COMPOSITOR “RUBÉN CABEZAS”

   

Alfredo Añasco Mamián

 PASILLOS.

·         Ausencia Triste

·         Por Ti Suspiro

·         Recuerdos Juveniles

·         Miosotis

·         Ausente

·         Lluvia De Rosas

·         Regalitos

·         Ana Cecilia

·         Los Aguinaldos

·         Adiós Hermano

 VALSES.

·         El Patriotismo

·         Noche Tranquila

·         El Jazmín

·         El Paraíso

·         Reanimación

·         Rosales

·         RUMBAS: Entre Rosas

·         BOLEROS: Renán

MARCHAS.

·         Estudios De Ricardo

·         Canción A Mi Madre

·         Fanny

·         Ruth Laureana

·         Elena

·         Las Margaritas

·         Margarita

·         Eterno Penar (Fúnebre)

·         Sin Madre (Fúnebre)

·         Pésame (Fúnebre)

 BAMBUCOS.

·         Ofrenda Montañera

·         Chiquitín Querido

·         Pasodobles: Unión Social

 DANZAS.

·         Después De La Cosecha

·         Aurita

·         FOX: Fox del Rosal


  UN SUEÑO CONVERTIDO EN REALIDAD.

Para la segunda quincena del mes de septiembre de 1.949 llegue a Santa Rosa (Bota Caucana), en calidad de director de la escuela de varones de esta localidad. La tortura de la larga jornada (15 horas a caballo sin desmontar), por barrizales espantables, empalizadas peligrosas abismo aterradores, puentes arrastrados por las crecientes de los ríos, derrumbes que frustraban mi itinerario en esos lugares inhóspitos donde por aquellos tiempos llovía hasta 30 días con sus noches, presionaron mi imaginación y concebí de pronto en medio del sufrimiento, la idea de buscar un camino más corto y menos cruel `para ir de El Rosal a Santa Rosa y Descanse que son de hecho que son de hecho la despensa económica del sur del departamento y circunvecinos del país. En las vacaciones del mes de enero de 1.950, laborando ya en mi pueblo, logre salir con 5 compañeros entre ellos un estudiante de cuarto año de primaria, a explorar la ruta por la vía Saladillo, Loma oscura, Impamal, comprobando efectivamente que se acortaba notoriamente la distancia, y la topografía favorecía económicamente la apertura de una nueva vía afectada tan solo por la construcción de un puente de consideración sobre el Rio Ramos. Un año más tarde, también en el mes de enero, éramos 55 macheteros los que nos atrevimos a abrir trocha hasta llegar a la cima de la cordillera; pero allí termino nuestro empeño, pues carecíamos de los recursos indispensables para continuar una empresa de esas dimensiones. Sin embargo, dos años más tarde, otra vez por el mismo mes de enero, asesorado ya por el ingeniero Nacianceno Restrepo, quien era el encargado del trazado de la carretera Bolívar, san Sebastián, Santa Rosa, y alborotado el pueblo por el empuje emprendedor del nuevecito párroco presbítero Marco Aurelio Bolaños y el aporte veterano de más de trescientos hombres de todas las veredas y ejemplo arrollador de las mujeres que marchaban adelante cargando carpas, ollas y todo lo necesario para la alimentación, sin quejarse del cansancio ni humillarse ante el reto del frio y las incomodidades de la selva helada y bravía, el pueblo Rosaleño abrió 13 kilómetros de banqueo carreteable en tres acometidas de tres días cada entrada. Esta era la distancia de la nueva vía en el sector comprendido entre El Saladillo y el Impamal.

Bien pronto el señor gobernador del departamento y su comitiva en una visita al Municipio de santa Rosa, hubieron de estrenar eta obra exclusiva del Civismo Rosaleño. El Dr. Tomas Castrillón y sus acompañantes, quedaron impresionados de la importancia de esta nueva vía. Efectivamente; un memorial redactado por el Dr. Arcesio Quisoboni, el croquis levantado por el ingeniero Restrepo, mas el apoyo del ingeniero de carreteras nacionales muy amigo de El Rosal, Dr. Luis Castro, consiguieron el viraje de la carretera Bolívar, San Sebastián, ahora Bolívar, El Rosal, Santa Rosa. De esta manera, la iniciativa que en principio parecía sueño de un tonto ó locura de un desocupado, se convirtió en realidad imperecedera. Es cierto que al continuar la apertura de la carretera, quedo descartado nuestro carreteable, por la sencilla razón de que nuestro pueblo hermano Santiago, reclamo dicho beneficio y El Rosal no podía oponerse a esas justas y nobles aspiraciones. Con esta victoria Rosaleña, San Sebastián tuvo que bajar la guardia de su orgullo y de sus aspiraciones exclusivas, pues creían que nadie tenía derecho a vivir ni a progresar. Aquí me cabe la oportunidad de agregar a mi pueblo y a quienes creyendo ciegamente en mi iniciativa agotaron todo recurso para llegar a la meta. Entre otros, el reverendo Marco Aurelio Bolaños tiene puesto destacado en el progreso de El Rosal. “Sinceros agradecimientos en nombre de mi pueblo”.

COLEGIO NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO.

 

El punto de mira de los Rosaleños es ya definitivamente la educación e la juventud. Desde algún tiempo atrás se venía luchando, proyectando y pidiendo por distintos causes, la creación de un colegio de secundaria, no solo para satisfacer, sino aun mas, para facilitar la muchachada pobre de vereda, el acceso a la civilización, pues sin patrimonio y sin renta, no era posible gozar de las nobles ambiciones, futura redención de las familias y de la comunidad. Fortunosamente los ciudadanos Rosaleños, Don Reinaldo Timaná (instructor) y Don Miguel Muñoz Perafán (militar retirado) acostumbraban presenciar las sesiones de la asamblea departamental. Por esta razón se dieron cuenta que se proyectaba la creación de dos colegios en Popayán, uno en Jámbalo y el otro en San Alfonso de Balboa. Aprovechando esta circunstancia lograron comprometer al H. diputado conservador Dr. Hermes Martínez Orozco (q.e.p.d.), incluyera el Colegio de El Rosal. El mismo fue el ponente; y gracias a dios del cielo, la iniciativa paso felizmente. Así fue aprobada la ordenanza No. 038 de diciembre de 1.980. Este gran triunfo se consiguió como lo demuestra la fecha, en la agonía del mes y el año. La ordenanza fue reglamentada y sancionada por Decreto No. 178 de 2 de marzo del año de 1.981, con la firma del gobernador de aquella época Dr. Humberto Peláez. Ahora reconocemos agradecidos al honorable representante de la cámara Dr. Jesús María Carvajal Gómez, como el gran benefactor, pues gracias a sus gestiones en el presupuesto, el Colegio ya funciona en Planta Física propia y posee elementos de avanzada, por lo cual, este año hará entrega de la primera promoción de bachilleres.

“Dios te salve María Santísima del Rosario, reina del cielo, patrona de la parroquia y dueña del Colegio; que vuestro manto protector sea la brújula que guie los destinos de la juventud”.

 

Alfredo Añasco Mamián

Cali, abril 30 de 1.987